Eso es lo que tenemos: instantes. Y cada movimiento planetario no es sino una colección de instantes que se convierten en una danza perpetua en los cielos. Una lunación sigue a la siguiente, y aunque todas tienen un matiz común, todas son diferentes.
La Luna es la gran madre arquetípica. Cuando está en Cáncer nos habla del calor del hogar, del espacio donde nos sentimos seguros y resguardados, de la necesidad de cariño, del abrazo.
Como humanos, somos descuidados y olvidadizos. Valoramos algo cuando lo perdemos y yo creo que de verdad comenzamos a valorar los abrazos cuando intentaron prohibirlos.
¿Alguien imaginó alguna vez que eso ocurriría? Pero ocurrió.
Como digo, el instante es la realidad última. El ahora.
Y ahora la Luna y el Sol se abrazan en los cielos. Pero lo hacen en tensión a Júpiter en los primeros grados de Aries. No es un momento de salir al exterior. Es un instante de refugiarnos en el interior, en las relaciones, en el hogar. Neptuno ya está estacionario, indicando que se acabó el tiempo de los sueños sin sentido. Ahora hay que volver a la raíz.
Y la raíz, amigos, es el Amor.
Esta Luna Nueva se produce el 29 de junio de 2022, a las 2:53 horas GMT. Se dará en el grado 7 con 23 minutos de Cáncer.