Es el momento de partir, aunque ya sabes que todo está siempre en movimiento. Todo cambia en este viaje continuo.

(Creemos que el paisaje es aquello que se desliza detrás de las ventanillas de los taxis, los buses, los trenes, los aviones. Pero el paisaje somos nosotros.)

Siempre digo gracias, nunca cito nombres. Hoy en mi agradecimiento citaré algunos, sólo unos pocos.

Mª Carmen, por tu generosidad. Belén, por tu cariño sin límite. Y Deli por hacerlo posible, y Mª Eugenia por ese abrazo infinito. Y a todos en Miranda de Ebro.

Gracias también, David. Obrigado, Carla. Espero que nos veamos pronto, que la niebla nos deje por fin ver el castro y el mar.

Y también, claro, gracias Cristina, Vicky mis buenas amigas de Valladolid. Volveremos a Antigüedad. Sergio y Leti, personas auténticas. Nos queda todo por disfrutar. Gracias Alberto por tu hospitalidad.

A mi hermana Estrella por el regalo inesperado.

Gracias Julia por todos los buenos momentos que están por llegar. Gracias por confiar.

Y a todos los que no cito, también gracias. Aprendo de cada uno. Sois mis maestros.

Hasta pronto.