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Pocas flores tienen el aura mística de la Rosa. Desde siempre y para siempre, la rosa es un símbolo de infinita complejidad. Un círculo concéntrico que se abre y se cierra sobre sí mismo. Una espiral de significados.
La rosa inspiró por igual a los poetas y a los místicos. La rosa es el símbolo del Loco vagabundo que da inicio a los 22 naipes mayores del Tarot.
En los márgenes de la realidad y en el centro de los jardines. En la luz de la las catedrales y en el rezo de los creyentes. En los rincones secretos del corazón. En el fuego de los amantes. En todos esos lugares y experiencias, en todos, como dice el antiguo cantar de los judíos sefardíes, la rosa enflorece.
Acompáñame en este capítulo de Nómadas a través del simbolismo de la rosa. Porque esta flor tiene un mensaje para todos nosotros, un mensaje que nos transporta a ciertos estados del alma, a ciertas pulsiones del corazón que merece la pena disfrutar. Ahora más que nunca.
A la Rosa Secreta
Remota, secretísima e inviolada Rosa, abrázame en mi hora de las horas; allí donde habitan cuantos te buscaron en el Santo Sepulcro, o en el tonel de vino, más allá de la agitación y el tumulto de derrotados sueños, allí donde, cerrados casi sus pálidos párpados, vencidos por el sueño, los hombres han dado nombre a la belleza. Tus grandes hojas ocultan las antiguas barbas, los yelmos de oro y rubíes de los Magos coronados; y a aquel cuyos ojos vieron las Taladradas Manos y el añoso Leño alzarse en las brumas druidas, haciendo palidecer las antorchas; hasta que un vano frenesí le arrebató y murió; y a aquel otro que encontró a Fand caminando sobre llameante rocío en una costa gris que nunca azotó el viento, y perdió al mundo y a Emer por un beso; y a aquel que expulsó a los dioses de sus lares, y cien veces estalló roja la aurora mientras lo festejaba, llorando sobre los túmulos de sus muertos; y al rey orgulloso y soñador que desechó corona y desventura, y seguido de su bardo y su bufón marchó a vivir entre ebrios vagabundos al corazón del bosque; y a aquel que vendió aperos, casas y bienes, e innumerables años buscó por tierras y por islas, hasta encontrar, entre risas y lágrimas, una mujer de tan resplandeciente belleza que los hombres trillaban el grano a medianoche por un mechón de sus cabellos, un pequeño mechón robado. También yo espero la hora de tu gran vendaval de amor y odio. ¿Cuándo se extinguirán en el cielo las estrellas, como chispas que brotan del yunque y que se apagan? ¿Acaso no ha sonado ya tu hora? ¿No sopla ya tu huracanado viento, remota, secretísima e inviolada Rosa? - W. B Yeats
Músicas:
Värttinä – Oi dai
Bosques de mi Mente – Un rayo de luz entró por la ventana y por un instante me encontré en paz conmigo mismo
Black Hill – Chilren of the snow
Therese Schroeder-Sheker – Rosa Mystica
Peter Rudenko – Inhale
Gregoire Lourme – Beatiful Emotions
Back Hill – Song of the coldness
Gregoire Lourme – Rain
Octavio Déniz – En el principio
Clannad – Chuaigh mé ‘na Rosann