Ahora que ya hemos pasado el último eclipse solar del año, es momento de hablar del próximo eclipse lunar que se dará el día 28 de septiembre a las 02:47 horas GMT.
El Eclipse de Luna será total y su punto central se dará en el Océano Atlántico al Norte de Brasil. Será plenamente visible en Europa, África y América. Este eclipse es notable porque es el último de una tétrada (una serie de cuatro eclipses totales que hemos disfrutado entre el año pasado y el presente). El año 2016 nos traerá eclipses lunares penumbrales (invisibles para el ojo humano, aunque no desdeñables desde la perspectiva astrológica), y no tendremos eclipses totales de Luna hasta 2018.
Un eclipse de luna es una luna llena más poderosa de lo normal. Cuando se trata de un eclipse total, nuestro satélite se tiñe de un color rojizo muy llamativo, ya que recibe de lleno la sombra de la Tierra sobre su cara visible.
Astrológicamente, este eclipse se producirá en el signo de Aries, en el grado 4 con cuarenta minutos. Muy cerca por tanto del Punto Vernal (lugar donde se inicia el horóscopo). El Punto Vernal es un lugar de manifestación muy importante, donde todo aquello que estaba oculto o dormido en el inconsciente, se despierta y comienza a hacerse claro en la conciencia.
En el plano socio-político español, me parece interesante resaltar que coincide con el día siguiente a las Elecciones Autonómicas de Cataluña, que han sido presentadas como el paso previo a una posible declaración unilateral de independencia de ese territorio. Sin prejuzgar lo que pueda suceder a partir de esa fecha (los astrólogos no somos adivinos), considero que puede ser un momento de despertar colectivo en toda la nación. Probablemente ninguna de las opciones resulte claramente victoriosa y todos deban asumir que ni el inmovilismo ni la ruptura son soluciones viables. Será interesante ver cómo las distintas fuerzas políticas (nuevas y viejas) pasan del debate superficial a afrontar las consecuencias reales de sus decisiones.
A nivel individual, este eclipse actúa sobre el eje Aries-Libra de nuestro horóscopo natal, ya que el Sol se ubica en el signo de Libra, mientras que la Luna se le opone desde Aries.
Por ser el final de la tétrada, considero que hay un ciclo emocional que está acabando y que se ha extendido durante el año pasado y el presente. Aquellas personas que hayan aprendido las lecciones afectivas de esta etapa, sin duda están en el camino correcto para realizar cambios importantes acerca de cómo experimentar el amor. Y me refiero al Amor en el más amplio sentido de la palabra, no sólo al romántico o de pareja. Amor a uno mismo y a los demás.
Uno de los temas esenciales de este ciclo es: ¿tiene que oscurecerse una persona para que la otra (sea pareja, familiar o amigo), pueda brillar? Otro tema es: ¿qué diferencia hay entre los anhelos del ego y los del alma? ¿Y cómo distinguir unos de otros?
Será éste, por tanto, un buen mes para meditar sobre estas cuestiones, cerrar un ciclo y comenzar una nueva etapa.
Una nota final. Respetando todas las opiniones, no soy de esos astrólogos que pregonan cada acontecimiento astral como algo extraordinario. Después de 31 años en el Arte, soy cauteloso.
Pienso que los seres humanos solo despertamos en la medida en que vamos dando pasos hacia el despertar. Ningún acontecimiento externo resuelve lo que cada uno de nosotros tiene que resolver por sí mismo. Simplemente hay momentos más propicios para realizar cambios, y los eclipses son uno de esos momentos.