En este año repleto de acontecimientos, donde casi todo el protagonismo recae en los “tres tenores” (Júpiter, Saturno y Plutón), hay también espacio para que algún miembro del coro nos deleite cantando su propia melodía. Entre los solistas ocasionales, voy a destacar al planeta rojo, que inicia una larga etapa en sus dominios de Aries.
No cabe duda de que Marte se va a asegurar de que todos oigamos su canción fuerte y claro. Incluso quizás pensemos que desafina de vez en cuando. Pero él, claro está, nunca lo reconocerá.
Marte entró en el signo del carnero el 28 de junio, y permanecerá en él nada menos que hasta el 6 de enero de 2021. Aunque este planeta suele permanecer unos 2 meses en cada signo, de vez en cuando se toma unas vacaciones en un segmento del cielo, y nos regala con medio año de permanencia en una parte del firmamento.
Aries es la fuerza primordial a través de la cual se manifiesta la vida. No es el primer signo por casualidad, sino que es cardinal y de fuego. La cardinalidad nos habla de inicios, ya que todos los signos cardinales (Aries, Cáncer, Libra y Capricornio), son el territorio por donde discurre el Sol en el comienzo de cada estación. El fuego, por su parte, es el primer principio, el que da origen, a través de la chispa, a todo los demás (en el Principio se hizo la Luz).
Por eso, la energía de Aries va hacia las cosas, inicia, se atreve. Representa la semilla que abre la tierra, el pollo que rompe valientemente el cascarón, el niño que da sus primeros pasos. Es una energía vigorosa y estimulante. La zona Aries de nuestra Carta Natal es el espacio donde nos sentimos valientes, ingenuos, ruidosos y apasionados.
Marte, por su parte, es aquella parte de nosotros mismos que desea avanzar sin interferencias. Allí donde Venus es una puerta que se abre o no, Marte quiere ser la llave que abre todas las puertas. Es uno de los símbolos del “ánimus”, la parte masculina que está dentro de la mujer, que se manifiesta en los sueños o las fantasías femeninas a través de varones atléticos, deportistas o aventureros. El hombre suele tener un acceso más fácil a su Marte interior, y lo expresa a través de la actividad en cualquier ámbito, de la conquista o del deseo sexual.
Es fácil entender que la combinación de ambos conceptos, Marte y Aries, es cuando menos, explosiva. Porque mucho de algo, siempre es demasiado.
Los arranques de mal genio, los estallidos de ira, el deseo de romper cualquier barrera, incluso las que son naturales y sanas, son reacciones naturales ahora. Aquellos que se han sentido confinados dentro de su pequeño infierno personal, ahora desean salir y gritar al viento su canción. Pero cuando no sabes cantar, antes o después te quedas sin voz. Así que entre septiembre y noviembre (con Marte retrógrado), muchos andarán afónicos y quizá con cefalea.
No podemos olvidar aquí, a los tres tenores. A fin de cuentas, todos forman parte de esta representación, y mientras estos tres planetas deambulan por Capricornio, lanzan cuadraturas disonantes hacia el solista Marte. En otras palabras, no estamos ante una ópera ligera de Verdi, sino ante un drama wagneriano en toda regla.
Cada quien está en este año intentando resolver sus asuntos pendientes con el poder. Unos, como vemos en las noticias, han creído que el poder es algo externo. Así que, como buenas ovejas, y siguiendo las consignas que se les dan, salen a la calle dispuestos a derribar estatuas, a romper escaparates o golpearse con los palos de sus respectivas banderas.
Otros han descubierto que el poder es algo que cada cual debe aprender a manejar en su interior. No es que lo de fuera no importe, es que si no estás en orden por dentro, todo lo de fuera se convierte en tu enemigo.
Por eso, habrá mucha gente rebelde y enfadada, personas gritando y destruyendo, sin darse cuenta de que realmente, con quien están enfadados es consigo mismos. Lo veremos también en las relaciones personales, donde muchos actuarán de un modo egoísta, insolidario, y agresivo. Poniendo el yo (y Marte en Aries es un gran YO) antes de cualquier otra consideración. De nuevo, el nivel de agresividad con los demás, no es otra cosa que la medida de la insatisfacción con uno mismo.
Sí que estamos en un buen momento para manifestar nuestra individualidad, pero con respeto a los demás. También para dar inicio a algo, para dar un paso adelante, para tomar una postura atrevida, para comenzar algo. Pero entendiendo que los tiempos son complicados.
Dejo para el final lo que prometí al principio, cómo sobrevivir a Marte en Aries. Dicho lo dicho, apenas cuatro ideas finales:
- Tu verdad no es la verdad.
- Antes de ver el problema de fuera, conoce el problema de dentro.
- Perdona rápido, porque esta fiebre también pasará.
- Aprovecha las oportunidades. Con este cuerpo, sólo tienes esta vida.