Lo sagrado

No estamos acostumbrados a ver reflejada, en los demás, la luz que les enviamos. Ni somos plenamente conscientes de la luz que emana de los otros. Nos empeñamos a ir por la vida a oscuras sin siquiera saber que cuando menos luz hay, más brillan las estrellas.

No hay un camino de luz y otro de oscuridad. Hay un camino de luz resplandeciente, y otro, que a través de la vibrante oscuridad, nos muestra con fuerza cualquier foco de luz, por pequeño que sea. Porque todos los caminos son finalmente de la luz.

Lo sagrado es ver la luz en tu mirada, amar lo que me enseñas, aceptar lo que ambos ignoramos. Lo sagrado es respetar tu proceso, nuestros tiempos. Dejar que todo se desenvuelva a su manera, como tenga que ser. Sin expectativas.

Todo es sagrado. Todo es luz. Y se irá mostrando a medida que seamos capaces de amarnos como nos merecemos. Infinitamente.