Una mirada astrológica a 2014

Durante gran parte de este año seguimos bajo la influencia de la Gran Cruz Cardinal que ha estado activa en los últimos días de 2013. La Gran Cruz y su energía de tensión, pero también de impulso, de ruptura y de creación, está formada por Plutón en Capricornio, Urano en Aries, Júpiter en Cáncer y Marte en Libra.

Esta energía seguirá siendo activa tanto en el plano social como en lo más íntimo y emocional, aunque su poder se irá diluyendo a partir del verano. La recuperación económica que se augura en ciertos sectores políticos se iniciará con mucha lentitud, pero en ningún caso será una realidad para muchas personas hasta 2015 y años sucesivos.

En líneas generales, estamos saliendo de una gran crisis mundial que fue augurada por algunos astrólogos desde principios de la década de 2000. Como ya se pronosticó, el punto álgido de esta crisis se dio en 2010 y desde mi punto de vista, sólo comenzará a desvanecerse a partir de 2015 en un ciclo que nos llevará a cambios profundos que se verán con claridad hacia 2020.

Volviendo a este 2014, los momentos más tensos se darán en torno a la última quincena de abril y primeros días de mayo, en que Marte volverá a reactivar la Cruz Cardinal. En ese momento, algunos de los conflictos que quedaron sin resolver en la Navidad, alcanzarán su solución. También habrá una considerable tensión entre noviembre y diciembre, cuando Marte cambie su posición. En este momento notaremos el espacio vacío que ha dejado lo que hayamos soltado durante los momentos álgidos de la Gran Cruz y nos prepararemos para seguir adelante sin ello.

El principal cambio energético en este año lo notaremos en Julio, cuando Marte abandone su prolongada estancia en Libra y Júpiter deje Cáncer para entrar en Leo. En especial, Marte va a ser un planeta importante en este año, pues de manera anómala pasará siete meses en Libra, cuando lo habitual es que esté un par de meses en cada signo. Será un año de grandes desafíos para los nativos de este signo, así como para los arianos, capricornianos y cancerianos.

En general, este año supone el comienzo de la salida de la crisis económica. Pero no nos engañemos, aún no se han producido los cambios en las estructuras de poder que Plutón y Urano vienen reclamando desde el comienzo de este ciclo. Y esos cambios, de un modo u otro, han de llegar.