\»No es presunción ni arrogancia lo que me mueve; es mi conciencia de médico la que me aconseja cumplir mi deber de advertir a los menos de quienes puedo hacerme oír, que a la humanidad le esperan hechos tales que corresponden al fin de una era. Como ya sabemos por la historia del antiguo Egipto existen fenómenos de transformación psíquica que siempre se manifiestan al término de un mes platónico y al comienzo del siguiente. Según parece, trátase de cambios producidos en la constelación de los elementos dominantes psíquicos, de los arquetipos, de los \’dioses\’, que provocan o acompañan transformaciones seculares de la psique colectiva. (…) Para decirlo todo, me inquieta la suerte de aquellos que, sin estar preparados, hayan de ser sorprendidos por los acontecimientos y se extravíen ante su carácter incomprensible.\»
– C.G. Jung (A Modern Myth of Things Seen in the Skies)