Como ya escribí hace un mes, uno de los efectos que podríamos esperar de la conjunción de Saturno y Plutón en Capricornio era la aparición de epidemias. Ignoraba en aquel momento la crisis sanitaria que estaba surgiendo en China y que como sabemos, nos ha estallado a todos en la cara.
El coronavirus de Wuhan se está expandiendo por el mundo, y por ahora estamos lejos de alcanzar el punto álgido de la epidemia En el momento en que escribo este artículo, las víctimas mortales (oficiales) superan el millar y es de esperar que esta cifra aumente cada día, por desgracia.
Tardaremos tiempo en conocer algunos aspectos importantes de esta enfermedad (si es que los llegamos a saber), pero por ahora, surgen muchas preguntas sin respuesta. Por ejemplo, se insiste en todos los medios que se trata de una enfermedad que sólo es grave para personas inmunodeprimidas o con patologías previas. Se dice que la gripe común mata a más personas que este virus.
Entonces, ¿cómo se explican las medidas drásticas que se han tomado en China, incluyendo la cuarentena forzosa, el cierre de ciudades donde viven millones de personas, la paralización de las fábricas y los graves castigos para aquellos que no porten máscaras? ¿Por qué murió por coronavirus Li Wenliang, el médico que alertó de la enfermedad, a los 34 años de edad y en aparente buen estado de salud?
Por otro lado, ya sabemos el secretismo habitual acerca de todo lo que sucede en China. ¿Son reales las cifras que se están dando?
También sorprende que no haya casos registrados en América, al sur de Estados Unidos, ni en toda África. ¿Por qué sólo se reportan casos en Asia y en los países más desarrollados? ¿Es que no existen, o es que no se detectan?
Wuhan es además la ciudad donde se encuentra el laboratorio más importante de investigación sobre virus en China, especializado en los coronavirus. Esto no ha pasado inadvertido y da lugar a muchas especulaciones.
Así que ¿estamos ante un virus que ha mutado de manera natural o ante una creación humana? El hecho de que sume características de otras infecciones anteriores en una nueva versión, provoca sospechas.
De momento, identifico tres posibles teorías acerca del inicio de esta enfermedad, que van desde la más convencional a la más conspirativa:
- El virus es el producto de una contaminación accidental con un animal (como ha sido siempre).
- Es un arma biológica china que se ha escapado del laboratorio de Wuhan. Esto no sería extraño, ya que por más que se extremen las medidas de precaución, existen casos de fugas accidentales en laboratorios de Estados Unidos y Rusia.
- Es un arma biológica usada CONTRA China por un país rival (no hace falta decir cuál). En este caso, el país atacante dispondría en secreto de la vacuna correspondiente, y en cantidad suficiente para inmunizar a sus élites.
Esta última hipótesis, la más conspiranoica de las tres, se justificaría por el deseo de la potencia rival de hacer daño a la economía china. Esto ya está ocurriendo, puesto que la desaceleración económica del país asiático empieza a ser evidente.
China es un país que necesita crecer a un ritmo elevado para poder hacer frente a las grandes desigualdades que existen en su territorio, ya que, de no hacerlo, se pueden provocar revueltas. No olvidemos que el “contrato social” chino consiste en un régimen políticamente severo, donde muchas libertades están restringidas, a cambio de prosperidad económica. Si la economía se resiente, las costuras de un país enorme, diverso y en muchas zonas, pobre, se romperán. El presidente Xi se juega el puesto, y lo sabe.
Ahora bien, las cosas no son tan sencillas. La economía China representa el 15% del PIB mundial, y como todos sabemos, este país es la “fábrica del mundo”. Empresas norteamericanas como Apple fabrican sus productos en China. Ahora mismo, se empiezan a notar problemas de suministro en varios sectores. El fracaso de China nos afectará a todos, más pronto que tarde.
La deslocalización de las fábricas a otros países asiáticos es algo que se estaba produciendo desde hace años. Ahora se puede incrementar esta tendencia. Aparte de que, con la robotización, cada vez será menos atractivo producir en China y se podrán crear fábricas en Occidente (pero no empleo). Como cualquier gran país, este vive envuelto en contradicciones.
China está dando pasos de gigante para convertirse en la primera potencia mundial, pero no lo va a tener fácil. En 2021 se celebra el centenario del nacimiento del Partido Comunista Chino y no cabe duda de que la presión para llegar a esa fecha con una economía pujante va a llevar a los dirigentes a adoptar cualquier medida que sea necesaria. La crisis actual puede ser un obstáculo serio, o puede ser un acicate para el pueblo chino. Aún no lo sabemos, pero a medio plazo, yo apostaría más por la segunda opción, ya que las autoridades del país no contemplan el fracaso.
A corto plazo las cosas se van a poner muy difíciles. Y si lo miramos desde la perspectiva astrológica, en junio vamos a tener importantes noticias desde China. ¿Será el momento en que remita la enfermedad? ¿O puede haber revueltas a consecuencia de la crisis económica? La aparición repentina de una vacuna para el virus es algo que podemos esperar, y que reforzará las ideas más conspirativas. Lo que no creo es que para entonces podamos despejar todas nuestras dudas. Quizá nunca tengamos todas las respuestas.
Y con toda seguridad, la economía global se va a resentir. Esta también es la globalización que nos vendieron hace tiempo. Unos perderán (los más), y otros ganarán (los menos). Como siempre.
Pero los que más perderán, son las víctimas de una enfermedad de orígenes bastante turbios.
Imagen: CDC/ Alissa Eckert, MS; Dan Higgins, MAM (imagen de dominio público).