El Arcano de 2016: La Torre

Si hiciéramos un análisis numerológico-astrológico del año 2016, deberíamos adjudicar este año a la carta número 9 (2+0+1+6). Pero siguiendo la línea que tracé el año pasado, aprovecho esta ocasión para hablar de Arcano número 16, puesto que 2016 será el decimosexto año del siglo XXI. Por esas sincronías de la vida, el simbolismo de esta carta se asemeja a la energía astrológica que vamos a vivir en este nuevo ciclo (como ya analizaremos en otro artículo).

Así pues, vamos a estudiar el Arcano 16 del Tarot, La Torre.

Analizar el simbolismo de la carta de la Torre nos enfrenta a esa división que muchas personas hacen entre cartas “buenas” y “malas”. Porque, claro, el Arcano 16 es uno de esos que hace torcer el gesto del cliente cuando surge en una tirada.

Lo que nos muestra esta carta, desde la visión más clásica del Tarot de Marsella hasta los mazos actuales, es la pura imagen de la destrucción. Una torre, levantada sobre un acantilado, o una isla, o bien en medio de la tierra, es destruida en su parte superior por el rayo. Entre las llamaradas, dos o más personajes caen desesperadamente al vacío. ¿Han sido empujados por el rayo o han decidido inmolarse? No lo sabemos.

(Es interesante anotar aquí como, mucho antes de que los atentados del 11 de septiembre de 2001 grabaran en nuestra mente la foto de la destrucción que viene del cielo, esta poderosa imagen arquetípica ya estaba impresa en el inconsciente colectivo.)

Yendo a un análisis más profundo. Hay al menos dos preguntas que debemos hacernos para entender la energía que trae este 2016: ¿Qué simboliza la torre? ¿Qué representa ese rayo?
La torre simboliza aquello que es construido, levantado por el ser humano. No es, en ningún modo, algo natural. Representa el impulso de crear algo que supere nuestra propia estatura humana, que nos permita ver más allá del horizonte, o acercarnos más a los cielos.

La Torre muestra todos aquellos aspectos que hemos creado desde nuestro ego, desde la percepción (acertada o no) de que “yo soy así”. La Torre es “lo que yo deseo”, “lo que creo que es bueno para mí”, incluso “lo que merezco”.

Construcciones.

Pero ¿qué significa el rayo destructor? Venido desde lo alto, el rayo no es otra cosa que aquello que nos obliga a cambiar de planes, lo que destruye el deseo del ego, lo que nos obliga a cambiar nuestra percepción de lo que creemos ser.

El rayo obstaculiza el viaje del ego y lo transforma en un viaje del alma. Es todo aquello que no nos gusta, pero que es necesario para seguir creciendo. Representa esa situación que en este nuevo año nos va a obligar a cambiar el rumbo, a descubrir de verdad qué somos y hacia dónde queremos ir.

Y cuanto más lejos estés de tu brújula interior, más duro será el golpe del rayo.
Seamos honestos: los seres humanos somos demasiado cómodos, estamos demasiado apegados a nuestros deseos, a nuestras creencias. Creemos que “lo que yo quiero es lo que es bueno para mí”. Y no siempre es así. De hecho, casi nunca es así. Sabio es aquel que reconoce su ignorancia.

Porque existe una sabiduría más profunda, que se manifiesta muchas veces como algo externo que nos golpea, pero que surge de nuestro interior. Ese es el rayo que nos sacude y dice: “por ahí no, cambia el rumbo, deja que la torre caiga, no intentes subir de esa manera, deja las estructuras, las construcciones, intenta ser un hombre o una mujer a ras de suelo, y permite que, desde la experiencia de lo cotidiano, tus alas empiecen a crecer”.

Una de las manifestaciones artísticas del Alma es la de un ser con alas. Ese es un ser que no cae, porque como el ave que sale del nido, está aprendiendo a volar.

A continuación se muestran algunas ediciones de la Carta de la Torre en tres mazos de referencia.


Marsella Versión Camoin-Jodorowsky

Rider-Waite-Smith

Thoth de Crowley y Harris