Júpiter y Saturno se encuentran en los cielos cada 20 años, y siguen un ciclo de gran importancia para el devenir del mundo. La particularidad de estas reuniones es que se dan en signos pertenecientes a un mismo elemento durante dos siglos (unas diez conjunciones), para luego cambiar a un elemento diferente.
Pues bien, ahora justamente estamos en ese cambio de ciclo. Venimos de dos siglos de conjunciones en signos de Tierra, y empezamos una etapa de dos siglos de conjunciones Júpiter-Saturno en signos de Aire. De hecho, esta se inicia en el grado 0 de Acuario, el día 21 de diciembre, a las 18:22 horas GMT.
Cada cambio de ciclo supone un final y un principio. El país que ha crecido durante estos dos siglos hasta dominar la política, la economía y la cultura mundial no es otro que Estados Unidos. Por eso, ahora estamos en el momento en que comienza a marcarse con fuerza el declive de esta potencia, así como el surgimiento de otra, China. Los cuatro años del mandato de Joe Biden (porque es dudoso que esté más tiempo), no van a cambiar esa tendencia. Hacia 2024 habrá grandes turbulencias en ese país.
Veamos cómo se presenta el cielo en este instante.
En el momento en que ambos planetas se unan, el Sol estará entrando en el signo de Capricornio, marcando un momento que ya de por sí es bastante poderoso. Es el inicio del invierno en el hemisferio Norte, o del verano en el Sur. Además, esta conjunción de Júpiter y Saturno, se produce en cuadratura a Urano en Tauro. Esto ya nos indica que las nuevas energías entran con fuerza, casi como un temblor de tierra. Señalan que va a haber muchas turbulencias en la economía y también en la sociedad. Y no hay que engañarse porque a corto plazo vamos a una crisis económica. Pero cuando hablamos de un ciclo que durará 200 años, no podemos pecar de miopía. Hay que mirar más lejos.
Nadie sabe hacia dónde va el mundo, ni siquiera aquellos que creen llevar las riendas. Pero es evidente que vamos hacia una serie de crisis globales que ya no hay manera de frenar. Nos querrán vender el modelo chino como la solución (supuesta seguridad y prosperidad a cambio de pérdida de libertad y de individualidad). El descrédito de las democracias liberales parece dar alas a los que pregonan una \»sociedad-colmena\». Pero el remedio no va por ese camino.
La parte buena de todo esto es que las viejas recetas ya no sirven. Eso significa que la humanidad va a estar cada vez más dividida entre minorías despiertas y mayorías atemorizadas. Ya lo hemos visto durante este año.
Las elecciones de Estados Unidos han mostrado con claridad de qué manera están divididas las élites. Dos bandos: globalistas (Biden) contra nacionalistas (Trump). De un modo u otro, esto se reflejará en cada país. Apoyar a unos y detestar a otros, sea cual sea la división que haya en las élites de tu país, no soluciona nada. Son las dos caras de la misma moneda.
Hay que salir de ese casino donde la banca siempre gana y tú siempre pierdes.
Cada vez veo a más personas despiertas. Porque este ha sido también un año de cuestionamiento del poder (gracias a Júpiter, Saturno y Plutón), de las grandes instituciones internacionales o de los gobiernos que cada día convencen a menos gente.
Cuando la “pandemia” disminuya su poder intimidatorio, el próximo campo de batalla mental será el cambio climático.
Con este campo de batalla llegará el llamado “capitalismo verde”, una nueva excusa para culpabilizarnos de todo y posteriormente robarnos. Nada que ver con el amor al planeta, con la conexión espiritual con la naturaleza, ni con la responsabilidad individual. El lema del nuevo capitalismo será: “tú tienes la culpa y lo vas a pagar”. Porque se trata de eso, de robarte tu dinero, tu tiempo, tu energía y tu ilusión.
Pero como digo, una parte de la sociedad ya va por otro camino. Ha desconectado de cualquier discurso oficial y es una tendencia que no se puede parar. Ha entendido que no se trata de \»tener\», sino de \»ser\».
Aquí el mensaje de Júpiter y Saturno en Acuario es bien claro. Vienen otras formas de organización social, que surgen de una conciencia diferente. Los que ahora son minoría, van a crecer. Cometerán errores, pero son el caldo de cultivo de una conciencia que lentamente va a transformar el mundo desde lo horizontal y no desde lo vertical.
Porque como especie, no nos queda otro remedio.
Pero como también digo siempre, que nadie se engañe. Ninguna solución cae del cielo. Hay que labrarlas desde la tierra. Nada surgirá del colectivo si antes no nace dentro de cada persona. Todos los cambios que se intentaron desde arriba hacia abajo, todas las revoluciones y los salvapatrias, han fracasado. Así que primero viene el trabajo personal. Luego, se expandirá socialmente. Y llevará tiempo.
Desde el punto de vista astronómico, esta conjunción es memorable, ya que ambos planetas van a estar muy juntos en el cielo. De hecho, ya podemos disfrutar de ella, mirando en dirección oeste-suroeste en las primeras horas de la noche. Llevo semanas observando cómo se van acercando y es una visión que, al menos a mí, me reconcilia con este Arte que es la astrología. Un Arte que lleva con nosotros miles de años, y al que he dedicado toda mi vida.
Deja las pantallas. Sal al campo. Mira la pantalla más hermosa del mundo: el cielo. Disfruta del espectáculo. Es gratis y es para ti.