[Puede considerarse al sufí como] borracho sin beber vino; saciado sin haber comido; abstraído, mal alimentado, insomne; un rey vestido de harapos; un tesoro enterrado bajo escombros; no hecho de aire ni de tierra ni de fuego ni de agua; un mar sin orillas. Poseedor de cien soles, estrellas y lunas. Sabio a través de la verdad universal, no un erudito procedente de los libros.
– Rumi