Sé que me he equivocado muchas veces. Cuando estás con alguien que sufre, y hay muchos sufrientes en mi vida, te puedes equivocar al dar un consejo determinado, o incluso equivocarte por el hecho de darlo cuando era mejor callar y escuchar.
Pero hay algo en lo que sé que jamás me he equivocado, y es en el hecho de estar con el que sufre. Estar ahí, que es lo más fácil, lo que no requiere nada más que el deseo de estar, y que muchas veces parece lo más difícil.
Porque, qué inmensa soledad la de aquel que sufre. Soledad porque es abandonado y soledad porque se abandona.
Vivimos en un mundo donde el dolor no tiene cabida, se le rehuye como a la muerte. Pero como dijo el sabio hace 25 siglos, no hay vida a la que no alcance la dentellada del sufrimiento, como no hay vida que escape a la muerte.
Cuando nos encerramos en la burbuja de la comodidad o del miedo para no ver el sufrimiento ajeno, nos alejamos del Amor. Y el Amor es lo contrario del miedo, de la comodidad o la seguridad. El Amor es atreverse.
Luego nos extrañamos de los vaivenes de la vida. Como si todo pudiera ser controlado por el ego. Como si pudiéramos dejar al Alma fuera de la ecuación. Como si el Alma no pidiera su espacio, ser escuchada.
Pensamos que podemos ahogarla en ocupaciones o bajo una montaña de bienes materiales. Pesamos que basta una moral para silenciarla. Qué equivocados estamos.
Hay algo que valoro en las personas y es la integridad. Ser de una pieza en los buenos ratos y en los malos. Hacer lo que sientes sin pensar en las consecuencias, porque nunca pueden ser malas cuando tu intención es buena. No dejar que nadie apague tu luz, lo que eres. No actuar por conveniencias del momento cuando el corazón te pide un riesgo mayor. No vender tu alma. Estar con los necesitados. Si el barco se hunde, que no te hundas solo/a.
La vida es bella y terrible. A cada paso nos vemos reflejados en el espejo que los demás son para nosotros, y a ellos les sucede igual. Por eso siempre me pregunto ¿en qué mundo quiero vivir? ¿Con qué espejos me quiero encontrar?
¿Y tú?