Después del poderoso eclipse que hemos vivido hace apenas dos semanas, que además ha coincidido con grandes movimientos planetarios, llega un instante para parar y tomar aliento.
El Sol y la Luna se reúnen a principios de Acuario para darnos un masaje relajante que es muy necesario en estos momentos. Demasiadas cosas se están moviendo y recuerda que esto es sólo el anticipo de lo que viene.
El momento es propicio para ciertas ensoñaciones que nos harán sentir bien, pero que no van a conducir a nada práctico, dada la conjunción entre Venus y Neptuno. Urano y Plutón están formando aspectos de cierta tensión, que nos indican que debemos andar con las orejas tiesas, porque en cualquier momento todo puede derivar a un clima de tensión muy peligroso. Por ahora, son sólo avisos.
Quien pueda, que descanse y medite. Vendrán momentos en que no habrá tiempo ni para una cosa ni para la otra.
Esta Luna se produce en el grado 4 de Acuario a las 21:43 horas GMT del 24 de enero de 2020.