2026 La Gran Transformación ya está aquí

Hemos elegido tiempos interesantes para vivir.

El siglo XXI se siente como una aceleración continua de acontecimientos que no dan tiempo para la reflexión. Y así va a seguir. Mientras la humanidad se mueve hacia grandes cambios que llegarán antes de lo que imaginamos, se suceden las transformaciones. Grandes saltos adelante, cargados de promesas e incertidumbres, seguidos de un período donde intentamos ajustarnos, pero sin tiempo para lograrlo del todo. Cada novedad atropella a la anterior.

En los últimos 2-3 años, nos encontrábamos en un tiempo bisagra donde surgieron novedades que, solamente ahora, vamos a intentar asimilar.

Desde el punto de vista astrológico, estos años intermedios, vinieron marcados por el cambio de emplazamiento de los planetas más lentos del cielo. Todos se han colocado al final de diversos signos, y es justo ahora, después de movimientos directos y retrógrados, cuando se van a internar en territorio desconocido para nosotros. Todos juntos, y todos conectados entre sí.

Algo que no se ha visto en generaciones.

Del mismo modo que Plutón se instaló en Acuario el año pasado, Saturno y Neptuno se ubican en Aries, y Urano en Géminis. Todos ellos se moverán en estos signos por un período de décadas, trayendo poderosos cambios a la humanidad.

Así que el período de 2024-25 fue un ensayo general de todo lo que viene ahora. Pero 2026 es el estreno definitivo y ya no hay marcha atrás. Para muchas personas será un tiempo kármico, que comenzará este nuevo año conectando sus sueños con una poderosa toma de tierra.

Por si fuera poco, estos planetas, ubicados en los primeros grados de cada signo (Acuario, Aries y Géminis), crean una poderosa configuración de la que hablaré con más detalle tanto aquí como en mi canal de YouTube.

Por cierto, entre los cambios planetarios, cabe señalar también que Quirón empieza a moverse hacia el segmento Tauro y hará una primera entrada entre junio y septiembre. Y, como cada año, Júpiter avanza de signo, entrando en Leo a principios de julio.

El Gran Sextil de 2026-28

Durante este año veremos cómo se perfecciona el gran aspecto planetario que comenzó a activarse el año pasado: un gran sextil que incluye a cuatro planetas lentos. El hecho de que sean cuerpos lentos significa que estamos ante un acontecimiento inusual, que tiene un impacto muy fuerte en la conciencia colectiva.

Los planetas que están activos en esta configuración son Urano en Géminis en trígono a Plutón en Acuario. Ambos hacen sextiles a Neptuno en Aries. Saturno, siendo el más rápido de todos, acompañará a Neptuno durante un breve espacio de tiempo.

¿Qué efectos tiene esta configuración en nuestra sociedad? En gran medida los estamos viendo, y se van a hacer más agudos en los próximos años, pero para resumir:

  • Plutón en Acuario (2024-2044) está llamando a una revolución de las estructuras sociales y tecnológicas. Impulsa el desmantelamiento de sistemas obsoletos y un cambio radical en la manera en que se ejerce el poder, que encontrará fuertes resistencias por parte de las élites.
  • Urano en Géminis (2025-2033) nos invita a redefinir la manera en que pensamos y nos movemos. La mente colectiva va a experimentar una fuerte aceleración, trayendo una fusión de mente y máquina que ya está siendo anticipada por la IA. La polarización social puede ser aún más intensa.
  • Neptuno en Aries (2025-2039) trae un despertar espiritual que se manifestará en la acción individual. Surgirán líderes carismáticos y se luchará por defender ciertos ideales, posibles o imposibles. También nos alerta del riesgo de fanatismos religiosos, políticos o nacionalistas.

La configuración que crean estos planetas tiene, además, dos características. Por un lado facilita mucho el desarrollo de las mejores cualidades de cada posición planetaria. Pero por otro, plantea la necesidad de hacer un esfuerzo consciente para que esos logros sean posibles.

En otras palabras: como colectivo, podemos manifestar lo más elevado de estas energías, podemos ignorarlas o incluso, aunque no sin esfuerzo, expresar sus aspectos menos favorables. La clave está en Neptuno, que en los primeros meses de este año será visitado por Saturno, creando un entorno donde ciertas ideas pueden concretarse en actos tangibles. Pero donde los sueños y los soñadores vivirán una prueba de fuego.

La humanidad se enfrenta a cambios radicales en lo social, lo tecnológico y lo climático. Pero somos nosotros, con nuestras decisiones individuales, quienes moldeamos la manera en que se gestionan esos cambios. Los riesgos son enormes: mayor polarización y fanatismo, enfrentamientos civiles, sustitución de la humanidad por el hombre-máquina sometido a las corporaciones, autoritarismo. 

También están abiertas todas las posibilidades positivas: un despertar espiritual, poner la tecnología al servicio del ser humano, construir una sociedad más horizontal.

La realidad es que estas configuraciones astrológicas forman parte de ciclos más amplios, que empujan al planeta hacia un cambio radical e irreversible en las próximas décadas. Lo que hagamos ahora tendrá un impacto positivo o negativo en esos cambios futuros.

Los países que afrontan un gran riesgo en el ciclo 2026-28 son: Estados Unidos, que sigue sujeto a un altísimo riesgo de confrontación civil alentada por Neptuno en Aries; Rusia, con un régimen que, basado en el poder de un solo hombre, puede colapsar; y posiblemente China. La Unión Europea sigue en un proceso de reconfiguración desde el inicio de la nueva etapa de Júpiter-Saturno, en 2020.

Uno de los países que va a empezar a acumular mucha tensión es España, ya que será protagonista de tres eclipses solares en años consecutivos. Algo muy raro y que augura grandes cambios sociales de los que hablaré tanto aquí como en mi canal de YouTube.

Como digo: hemos elegido tiempos interesantes para vivir.

Espero que seamos lo suficientemente valientes y perspicaces para vivirlos como se merecen. Como nos merecemos.