Como ya expliqué en un artículo anterior, desde el punto de vista global, estamos entrando en una nueva fase, y este es un año crucial para entender cómo se van a desarrollar los próximos doscientos años de la historia humana. Casi nada. Pero ahora nos toca bajar a ras de suelo e intentar conocer cómo nos afectan los cambios a cada uno de nosotros.
Cualquier análisis depende del nivel en que esté cada persona en la escalera de la conciencia. Si aún estás en el escalón donde se piensa que los problemas y las soluciones vienen del exterior, me temo que este año va a estar lleno de lecciones duras. Si en cambio ya estás en el escalón donde dejas de culpar a los demás y buscas soluciones dentro, donde te relacionas desde la generosidad y no desde la necesidad, tendrás muchas oportunidades para crecer y disfrutar.
En otras palabras, quienes están en el “yo” más pequeño (narcicismo, egoísmo, falsa autoestima, búsqueda de aprobación, fantasías, envidias…) van a terminar el año con un “yo” muy vapuleado. Pero aquellos que están tomando decisiones desde el corazón, creciendo, aprendiendo, compartiendo, conseguirán más de lo que se proponen.
Así que habrá conflictos y oportunidades para todos, y cada cual vivirá aquello que es acorde a su nivel de conciencia.
Una de las claves para entender el año 2020 en lo individual es que se trata de un año kármico. Un ciclo de intensos encuentros y desencuentros a todos los niveles, sin términos medios, donde todo lo importante parecerá predestinado. Van a aparecer personas y oportunidades nuevas para casi todos. Pero no olvides que lo que se vaya en este ciclo, no volverá.
En vez de hacer una lista con todos los momentos desafiantes (son tantos que resultaría abrumador), me centraré en los meses más complicados:
- Enero, con un poderoso eclipse lunar, seguido por la dura conjunción Saturno-Plutón, la primera “tormenta perfecta” del año
- Abril, con la primera de tres conjunciones entre Júpiter y Plutón
- Junio y julio, con tres eclipses en Cáncer, Capricornio y Sagitario, además del segundo encuentro Júpiter-Plutón
- Noviembre, y sobre todo diciembre, donde se dará la trascendental conjunción Júpiter-Saturno, aparte de dos eclipses más
En otras palabras, la mitad de los meses del año son muy tensos, y no cabe esperar que la otra mitad sea demasiado apacible.
En cuanto a los signos, el único eje que gozará de una calma relativa es el formado por Virgo y Piscis. Todos los demás van a ser removidos por algunos terremotos, especialmente Capricornio, Cáncer, Sagitario y Acuario. Los cielos nos preparan para GRANDES transformaciones.
Ahora vamos con las previsiones para 2020 para los doce signos. En cada uno de ellos, incluyo una pequeña referencia a lo que ya se puede manifestar en enero.
Lee, por favor, tanto tu signo solar como tu ascendente, si lo conoces.